Nombre de dominio: ¿propiedad o titularidad?


«¡He perdido mi nombre de dominio!», «deseo comprar un nombre de dominio», «fui el propietario de este nombre de dominio y me gustaría capturarlo»… Todos ellos son frases que escuchamos a menudo pero ¿acaso no son abusos del idioma? ¿Somos realmente los propietarios de un nombre de dominio o bien se trata de una metonimia?

Titular de un nombre de dominio

Más que hablar de propiedad, sería más sensato utilizar el término de titularidad. Si nos atenemos a una definición jurídica, se considera que la propiedad debe ser un derecho que se ejerce sobre un bien físico o no y que abre el derecho de uso, de beneficio y de disposición. Por ende, poseer un nombre de dominio parece corresponder con esta definición. No obstante, tal como lo indica el INPI, el nombre de dominio se distingue de la marca, ya que no es un título de propiedad industrial y se distingue de la denominación social o del nombre comercial, ya que no identifica necesariamente la empresa o el fondo de comercio que tiene asociado.

De hecho, el artículo L.45-1 § 3 del Código francés de Correos y Telecomunicaciones Electrónicas prevé una atribución de los nombres de dominio por orden cronológico:

Sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo L.45-2, el nombre de dominio se atribuye al solicitante elegible cuya petición haya sido recibida en primer lugar. Un nombre de dominio atribuido y válido no podrá ser objeto de una nueva solicitud de registro.

Como tal, el adjudicatario del nombre de dominio se determina según el principio del orden de llegada, siempre y cuando cumpla las condiciones de admisibilidad. Por ejemplo, .FR está abierto a las personas adultas jurídicas y físicas que residan en el Espacio Económico Europeo, así como en Suiza.

Propriété de marque

Nombre de dominio y propiedad intelectual

A partir de ese momento, aparecen los problemas de registro de nombres de dominio cuando contienen signos de marca y entran de este modo en conflicto con el monopolio de explotación asociado a los derechos de la marca. De hecho, si un tercero utiliza un nombre de dominio retomando todo o parte del nombre de una marca, los derechohabientes de esta marca pueden acudir ante los tribunales para solicitar una sanción por falsificación (artículo L335-2 del Código de la propiedad intelectual) o por aprovechamiento indebido del esfuerzo ajeno (artículos 1382 y siguientes del Código civil relativos a la responsabilidad civil).

Y ahí es donde todo se complica. Cuando el nombre de la marca utiliza términos o expresiones que no son suficientemente distintivos de los servicios o productos que propone :

Por otra parte, los nombres de dominio genéricos no pueden considerarse como propiedad exclusiva de una empresa o de una marca. En 2005, las empresas «A toute Vitesse» y «A Vive Allure» estaban en litigio por el uso del nombre «coursier» (mensajero), ya que la primera había registrado inicialmente el nombre en .com y en .biz, y la segunda había registrado más tarde la extensión .fr (y cambiado entretanto su denominación social por el mismo nombre con el TLD .fr). El Tribunal de Apelación de París consideró entonces que los nombres de dominio simplemente descriptivos o genéricos no podían ser objeto de una protección concreta. Los jueces estimaron que su titular no podía valerse de ninguna antigüedad concreta como sucede con los signos distintivos.

¿Si compro un nombre de dominio, soy su propietario de por vida?

Cabe recordar que no se compra un nombre de dominio, sino que se alquila un nombre de dominio. Además, hablar de titularidad de un nombre de dominio, en vez de propiedad, permite:

  • Acordarse de que uno no posee un nombre de dominio para toda la vida. Un nombre de dominio debe renovarse cada año y, en caso de olvido, tras un periodo de recuperación (30 días para la extensión .fr), vuelve a ser de dominio público.
  • Vigilar la aproximación de la fecha de expiración del nombre de dominio.
  • De este modo, podemos «perder» la titularidad del nombre de dominio. Imagínate que fueses el titular de un nombre de dominio genérico como casquette.fr y que no hubieses procedido (voluntariamente o no) a su renovación, no tendrías ninguna posibilidad de capturarlo (salvo que solicitases al nuevo titular que te lo cediera).
  • Por ende, la pérdida de un nombre de dominio no puede considerarse como un robo. Si no has vigilado la fecha de expiración, verificado el acceso a la cuenta de correo electrónico asociada durante el registro y su seguridad, corres el riesgo de arrepentirte.